Koldo Chamorro

EL SANTO CHRISTO IBÉRICO

CASTELLÓ DE LA PLANA

Del 10 de mayo al 22 de junio de 2024
MENADOR espai cultural. Sala de exposiciones. Pl. de l’Hort dels Corders, 4.
De lunes a viernes, de 10 a 20:30 h, y sábados, de 10 a 13.30 y de 17 a 20.30 h.

Una reflexión visual sobre las manifestaciones religiosas de la península Ibérica.

Koldo Chamorro comenzó en 1974 «El Santo Christo Ibérico», un gran proyecto monográfico para reflexionar visualmente sobre los distintos aspectos de las liturgias y manifestaciones religiosas de la península Ibérica, así como sobre la presencia de la cruz cristiana en nuestro paisaje social.

Koldo Chamorro entendió, en los últimos años del franquismo, que había ciertas manifestaciones religiosas, fiestas populares y rituales que se encontraban en trance de desaparición, porque la agonía de la dictadura las arrojaría presumiblemente al olvido, y por el avance de las nuevas tecnologías y de la venidera globalización. Sin embargo, no trató de preservar fotográficamente ese patrimonio supuestamente moribundo, sino que quiso elaborar un profundo análisis social que mostrase las contradicciones de una España lastrada por el atraso y el oscurantismo, pero que se veía arrastrada hacia la modernidad, a través de una mirada profundamente personal y con un estilo inconfundible.

El «Santo Christo Ibérico» se organiza siguiendo las estaciones del viacrucis, que marcan el ritmo de una estructura narrativa milenaria. El autor lo dio por finalizado al celebrarse el jubileo católico del año 2000.

 


 

Koldo Chamorro (Vitoria-Gasteiz, 1949—Pamplona-Iruña 2009) es nuestro fotógrafo decisivo. Su patria era el reportaje fotográfico, entendido como la forma más completa, arriesgada y pertinente para hablar de la vida de las personas.

Vivió su infancia y adolescencia en la colonia española de Guinea Ecuatorial. De formación fotográfica autodidacta, fue miembro del grupo de fotografía de vanguardia Alabern (Barcelona) y de Minority Photographers (Nueva York). Desde los años 70 documentó junto con otros fotógrafos de su generación la España que afrontaba los últimos años de la dictadura franquista.

En sus innumerables trabajos, tras más de cuarenta años de ejercicio profesional, Koldo Chamorro se ocupó de múltiples cuestiones acerca de las estructuras sociales, la religión, las fiestas, los toros, el cuerpo, el sexo…

Sus fotografías no se agotan en una primera lectura. Nos interpelan, nos desestabilizan y nos inquietan, son pequeños laberintos donde cualquier camino es posible, donde reina la ambigüedad y el juego, donde hay muchas preguntas y pocas respuestas, y donde, como a él tanto le gustaba recordar citando el Tao-Te Ching, «Lo visible hace la forma; lo invisible le da su valor».

Fue un contador de historias. Curioso, empático, imprevisible, crítico implacable, observador, generoso, tenaz, apasionado, minucioso, inconformista, buen conversador, travieso, vitalista, exigente, muy cariñoso. Voló libre como fotógrafo en unos años en los que los lastres de este país eran abundantes y parecían eternos. Su compleja mirada nos habla de nosotros mismos.