





Lluís Ibàñez
EL PAS DEL TEMPS A LA FONT DE LLAVES
Morella
Del 1 de octubre al 11 de noviembre
Sales gòtiques de l’Ajuntament. C/ de Segura Barreda, 28. Sábados y domingos, de 11 a 14 h y de 16 a 18 h.
Organiza: Ajuntament de Morella, Diputación de Castellón, Universitat Jaume I
Cuando te desplazas desde Els Llivis hacia Blai Adell, en la partida del Moixacre, cuando llegas a la Font de Llaves te encuentras un grupo de chopos (aquí los llaman olmos) que te llaman poderosamente la atención y te arrebatan.
De hecho, eso es lo que me sucedió en noviembre de 2014, y en aquel mismo momento tuve muy claro que el poderoso lazo que se acababa de crear entre aquellos chopos y yo me llevaría a reflexionar sobre no sabía qué. De manera que a partir de aquel momento comencé a visitar el lugar con una periodicidad constante, y ocurrió de este modo que aquel primer vuelco de corazón estético se transformó en un espacio de reflexión sobre una constante, a veces oculta y poco consciente en toda mi obra, el tiempo.
«El pas del temps a la font de Llaves» habla, en un formato dialogante, entre dos maneras de representar fotográficamente la realidad, digital y analógica, de un tiempo cualitativo y de un tiempo cuantitativo; de una manera personal de hacer, de estar, y de observar el camino que va siguiendo la naturaleza y los que la cultivan.
Lluís Ibáñez Melià (Benicarló, 1955).
Máster en Fotografía, Arte y Técnica por la UPV, docente en Música y la Práctica del Zen. Nací en el Baix Maestrat en una familia arraigada secularmente entre Els Ports y el Alt Maestrat, donde las tradiciones orales que se pierden en el tiempo han ido construyendo un extenso anecdotario doméstico que ha conformado mi manera de sentir y querer a nuestro país. Por eso, la gran mayoría de mi producción artística se focaliza en las comarcas valencianas del norte, Els Ports y el Alt Maestrat. Allí, y movido por mi interés en los elementos identitarios que conforman y definen las geografías, he ido construyendo mi obra.
Los proyectos expositivos abarcan aspectos naturalísticos, etnográficos, arquitectónicos o sociohistóricos. A través de todo mi corpus artístico, a menudo ligado a la memoria, se adivina un compromiso visibilizador y conservacionista con la tierra, donde destaca la preocupación por un territorio que ha vivido una gran transformación, que se está vaciando de población y que de su secular personalidad solo quedan algunas huellas, vestigios de una casi desaparecida sociedad rural y que solo el recuerdo puede hacer revivir. Conocer es amar y amar es querer conservar.
